El Excelentísimo Ayuntamiento de Constantina, a través de su Delegación de Agricultura y Ganadería, mantiene una política de apoyo a la agricultura y la ganadería de nuestra localidad por ser tradicionalmente este sector primario uno de los principales pilares de la economía local.

La vinculación del municipio con la agricultura y la ganadería es histórica y data de tiempo inmemorial. Todo el término municipal cuenta con una importante cabaña ganadera a base de porcino, lanar y vacuno principalmente, donde destaca por su número y calidad la primera de las mencionadas. Tradicionalmente el municipio contó con una honda tradición que le llevó a convertirse en un importante enclave de la trashumancia ganadera y de la que heredó una importante red de caminos, descansaderos y abrevaderos que en la actualidad se vienen incorporando a las vías pecuarias que se están recuperando para el disfrute público.

Es precisamente esa relevancia de la agricultura y la ganadería la que nos obliga a realizar un esfuerzo constante por mantener en buen estado los caminos rurales por los que transitan trabajadores y mercancías. Tratamos que los más importantes, como el de La Huerta de la Teja, El Pocito, Pistolo, Pedrechada, El Águila o Navalvillar entre otros sean reparados periódicamente, bien usando los medios propios de este Ayuntamiento o bien gestionando ayudas de otros organismos (Consejería de Medio Ambiente, Diputación Provincial).

Más recientemente, la ganadería brava española encontró en la dehesa de esta sierra lugar igualmente idóneo para la crianza de reses de lidia, haciéndose habitual en el paisaje la existencia de varias ganaderías de renombre, que jalonan el territorio y mantienen sus plazas de tienta y grandes cortijos propios de este tipo de explotaciones.

Por otra parte la importante masa forestal ha permitido el desarrollo de otras actividades paralelas que desde siglos atrás han compuesto una característica en el paisaje tanto rural como urbano de esta población. Ello gira en torno a dos especies fundamentales: el  castañar y la elaboración de la denominada "madera blanca" en las atarazanas, en otros tiempos de vital importancia en la construcción y que hoy en día busca nuevas alternativas de mercado donde hacer perdurar su existencia y el alcornoque que nos sitúa como una importante zona de producción de corcho.

El viñedo y, gracias a importantes iniciativas empresariales, ha empezado a recuperar la importancia que antaño  dio lugar a la creación de verdaderos emporios económicos e industriales, cuando llegó a cubrir un alto porcentaje de las tierras del término y, actualmente, son varias las bodegas que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y se están haciendo un hueco en este difícil mercado, tanto con la producción de excelentes vinos tintos como con el conocido mosto de nuestra localidad.

El olivar y la producción de aceite de oliva es otro de los pilares fundamentales de nuestra agricultura local, siendo la Cooperativa Virgen del Robledo el referente en esta materia.